Transpirando anarquía
Crítica sobre Bakunin Sauna. Escrita por Carla Olivera. No todo tiempo pasado fue mejor y aunque las ideologías de otras épocas hayan marcado el futuro, no significa que debemos repetirlas para lograr modificar la actualidad.
Con una sala ambientada con un humo que simula vapor y con la invitación del acomodador de ingresar al sauna es que se presentó, en el Teatro El Galpón, la obra del dramaturgo uruguayo Santiago Sanguinetti: Bakunin Sauna.Una obra anarquista.
La obra está enmarcada en una reunión anual de ex funcionarios de la empresa IBM en un hotel de la ciudad de Las Vegas. Allí, entre todos los invitados, se reúnen en el sauna del hotel tres jubilados anarquistas y un robot que reencarna al filósofo ruso Mijaíl Bakunin. Los protagonistas pretenden llevar adelante un plan que consiste en secuestrar a la Ceo actual de IBM América Latina y así dar el mayor golpe anarquista de los últimos tiempos.
Margarita y Rosa son dos jubiladas, octogenarias, amigas de la vida y ex compañeras de trabajo de la multinacional IBM. En la empresa Margarita se encargaba del área de computación cognitiva y Rosa estaba en Recursos Humanos. Juntas idearon un plan que busca vengarse de la multinacional que les comió parte de su juventud y que siempre propuso una forma de alienación laboral propia de las grandes compañías.
Rosa es una anciana muy poco convencional, llena de tatuajes estrafalarios, contestataria y con un humor un tanto ácido. Por su parte Margarita es la mente pensante, calculadora y la que dirige toda la acción. A esta dupla se le suma Bernardo, la pareja de Rosa que también trabajó en la multinacional pero que un tanto menor de edad que ellas.
El humanoide que encarna a Mijaíl Bakunin fue creado por la dupla femenina con toda la bibliografía disponible del filósofo. Este, luego de que ingresa al hotel, comienza a alimentarse de información de la web (ya que en el hotel tiene wi fi libre) y entonces comienza a leer material de otros personajes que encuentra en la red, como por ejemplo la biografía del criminal Charles Manson, lo que lo hace que se salga de control y que se convierta en un ser más violento y peligroso.
También tenemos a una supuesta víctima, Emma la CEO de IBM, que es presentada como una millenial con una filosofía de vida completamente distinta a la que militan Rosa y Margarita, y que logra sacar de quicios a Bakunin.
La obra, que roza el género comedia, se desarrolla en una sola escena en la cual los personajes describen por qué quieren atacar a la CEO y en donde se desarrolla toda la acción.
La intención de la obra es que el público reflexione acerca de la naturaleza humana y cómo esta repercute a la hora de enfrentarnos a determinadas situaciones. No se busca una respuesta sino que se intenta que a partir de una situación dada, que uno vea que es lo mejor hacer aunque eso no siga los ideales que siempre se tuvieron.
A su vez, se pretende mostrar que por más que exista conocimientos muy avanzados a nivel de tecnología, no se podrá tener todo bajo control.
Como en todas las obras de Sanguinetti, los diálogos son extensos pero no dejan de deslumbrar por la forma en que están interpretados por los actores.
Durante más de una hora la risa invade la sala y contagia el espíritu anarquistas de la década del 80'. El público que puede no conocer el movimiento anarquista, ni al filósofo Bakunin, puede perfectamente entender la obra y sumergirse en la lucha ideológica que los personajes enfrentan.
La relación con la vejez y con el cuerpo que esta acarrea está presente durante toda la función, pero no desde una mirada triste o melancólica, sino desde una aceptación y gozando de cierta impunidad que se les permiten a las personas mayores en ciertas ocasiones.
La música juega un papel importante durante el espectáculo ya que funciona como una ventilación para separar momentos claves de la obra.
Otra de las particularidades de la obra es que fue dirigida e interpretada primero en Alemania en un Festival en la ciudad de Munich y ahora es la primera vez que su creador, Sanguinetti, la trae y la dirige en el país. Además, es presentada en un teatro que siempre se caracterizó por ser independiente, sostenido por su público y no por ningún agente estatal. A su vez, el teatro El Galpón sobrevivió después de ser censurado y denominado ilegal en el régimen dictatorial que sufrió nuestro país desde el año 73´ al 85´; con lo que se podría pensar en un paralelismo con la obra y re bautizarlo como un teatro anarquista.
Sin duda que es una obra para un público joven-adulto que quiera pasar 75´ a pura risa gracias a un elenco integrado por Myriam Gleijer, Nelly Antúnez, Héctor Guido, Pierino Zorzini y Claudia Trecu.