Sofía Sartorio

Sofía Sartorio

Su amor por la danza, y su facilidad por la comunicación, fue lo que hizo que decidiera formarse profesionalmente en las áreas y hoy en día de las únicas dos cosas que puede tener certeza es que el arte, particularmente, el arte en movimiento le genera plenitud y que la comunicación, en su totalidad, es una metáfora de la supervivencia del ser humano.

 

 Descubrirnos a través de la escritura

 "Es necesario que el espectador esté interiormente disponible para que se deje empapar por la fuerza que transmite la obra" (J.D Nasio)

¿Existe el espectador o el público pasivo? No lo creo. Hoy en día tanto el público como  artista son sujetos activos, el público ha dejado de ser tomado en cuenta bajo los parámetros de hiperpasividad, podrá a veces confundirse la contemplación de la obra con la pasividad, pero es justamente esa contemplación lo que lo vuelve activo. Aunque se trate de una actividad personal, en un primer momento, mental y emocional, se trata de un proceso complejo ya que involucra la carga emocional, los valores, reflexiones e ideas propias que  tiene el público y que pone en juego a la hora de estar frente a un hecho artístico, y que son contrastadas con las del artista y es ese precisamente el medio por el cual se da el diálogo de la obra de arte.

 

Esta forma de imaginar la apreciación artística  rompe con la idea de la mera contemplación de la obra y el sujeto pasivo sin necesidad de que haya un "esfuerzo" más allá de la percepción.

 

Entendiendo esto: ¿Cómo posicionarnos como críticos en formación? ¿Cómo escribir sobre una pieza artística? ¿Qué observar? ¿Cómo observar? Sinceramente no tengo las respuestas, pero sí hay algo que sé, es que es completamente subjetivo, porque hay tantas obras como espectadores haya. Haber pasado por Jóvenes Críticos me hizo conectar con varias disciplinas artísticas, conocer su campo de acción e intentar construir una mirada más detallada sobre lo que percibo. La duda de qué es ser crítico no sólo es un cuestionamiento que ocurre cada vez que comento que estoy en el programa, sino que es un tema que se problematizó durante todo el año entre todos los que cursamos.

 

Ser crítico a mi entender es acercar la cultura, poder crear nuevos sentidos, y como tanto hemos afirmado como premisa fundamental, formar e informar. No se trata de brindar una mirada sesgada de opinión, con juzgamientos, con valoraciones sobre un hecho artístico sin argumentos, sino que se trata de crear nuevos sentidos para los espectadores, para los nuevos públicos o para los ya existentes. Se trata de difundir ciertos espacios, como son los artísticos, que a veces están marginados en segundo plano, hacerlos visibles, y también hacerlos en algún punto accesibles.

 

El arte como una parte fundamental de la cultura, es un lenguaje en sí mismo. Entre varias de las funciones del arte, se entiende que una muy importante es crear sentidos y significaciones, por lo cual es y debería de seguir teniendo un valor cultural con una importancia social enorme. Ana Mae Barbosa, es quien afirma esto en su ponencia presentada en la Primera Bienal de Educación Artística (2012). Considera que el arte es lo que permite la exteriorización de sentidos, transmitiendo significados, imposibles de transmitir a través de cualquier otro lenguaje- discursivo o científico-. Asevera que "a través del arte tenemos la representación simbólica de los rasgos espirituales, materiales, intelectuales y emocionales que caracterizan a una sociedad o a un grupo social" (p.27).

Asimismo, Barbosa cree que no se puede comprender la cultura de un país sin conocer su arte, sin esta solo tenemos un conocimiento parcial de la cultura. Es por esto que resulta muy importante la democratización artística, la democratización de ciertas áreas culturales y la creación de política públicas.  

Retomando el concepto de actividad en el público, es este quien crea en gran parte los significados y es portador de discursos. Nosotros como jóvenes críticos tenemos un espacio para poner esto en un papel y escribirlo, como un acto de mediar la cultura. Porque los procesos de formación de públicos deberían necesariamente ir acompañados de procesos de mediación y quizás la crítica juega un rol interesante en esa formación. Tener la oportunidad de escribir sobre un hecho artístico, reflexionar, cuestionarnos y cuestionar la obra en sí misma, estar en contacto con los elementos de creación de una obra, analizar las creaciones modernas y contemporáneas, ver cómo esto dialoga con nuestra existencia, con nuestras vivencias, posicionarnos de un lugar político y social, cuestionar la neutralidad, son varios de los desafíos que deja la escritura.

Al mismo tiempo enfrentarnos a nuevas maneras de escribir, como son la reseña, la narración, el relato, la entrevista romanceada resultan otros desafíos y más difícil aún cuando tenemos sentimientos encontrados con una obra, o simplemente al salir de una función "no nos generó nada", entonces el momento crucial de enfrentarnos a una hoja en blanco y comenzar a tomar decisiones resulta más desafiante aún: qué resaltamos de la obra, qué no y en definitiva si se piensa en resaltar o buscar lo interesante en el hecho artístico. Todo esto resulta un autoconocimiento muy interesante.  

 

Asimismo la escritura o la crítica también juega el rol de ser un producto artístico en sí mismo, como un espacio de expresión, como una subjetividad más. Un texto cargado de metáforas, de sensibilidades, de enojos, de tristezas, de decodificaciones aberrantes, de dudas y reflexiones. Lo que la escritura ha dejado en mí y este proceso de Jóvenes críticos fue un descubrimiento, un acercamiento a una herramienta que creía difícil. Veo la escritura como una oportunidad y un desafío, como una manera de transformar las reflexiones, el conocimiento y las emociones en papel.

 

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