Teatro Solis

Funciones:

19, 20, 21 y 22 de febrero a las 20:30h.
23 de febrero a las 19:30h.

Reseña

Barrabás – Historia de un Perro es una obra límite, una obra frontera. El motivo del ataque del perro al niño es incierto. El motivo o la falta de él es la plataforma sobre la que se erige la frontera, comienza la lucha entre polaridades, palabra clave sobre la que la puesta construirá sentido.

El objetivo central de la escenificación de la obra es que el espectador revise sus fronteras interiores y con el afuera: ¿Qué hago yo cuando me ponen contra las cuerdas? ¿Soy comprensivo/a, cedo, intento llegar a un acuerdo que beneficie a todas las partes? ¿O, como los personajes de la obra, pongo mis necesidades en el centro, defiendo mis creencias, mi identidad, sacrifico vínculos, cierro mis fronteras, rompo?

A través de un texto contemporáneo con estructura de tragedia clásica, la puesta se centra en evidenciar las múltiples formas en que negamos el dolor y erigimos muros con los otros para no enfrentarlo. Revisar estas negaciones, confrontar al espectador con el enigma propio y ajeno, sensibilizarlo e invitarlo a una reflexión profunda son los cometidos principales de la puesta en escena de este espectáculo.

Hay dos concepciones antagónicas que ofician de suelo fértil para la construcción de Barrabás. Por un lado, un principio ordenador de causa y efecto que intenta componer el sentido a través de un sistema de creencias afianzado en la consistencia de razonamientos lógicos legitimados por el valor de la argumentación y la evidencia; y por otro, aquello que nos excede en nuestra capacidad de raciocinio, lo que atraviesa los límites lógicos y reconocibles para afirmarse en la identidad de lo inexplicable, o en todo caso por lo que no estamos preparados para explicar, si es que "explicar" vale como verbo para la asimilación de procesos extraordinarios. Estos dos extremos contienen, por su condición, la imposibilidad de la moderación, lo que como polaridad inequívoca siempre tiende a confirmar la creencia sólo a través del prejuicio que la sostiene. Así como el ojo acomoda y corrige su mirada para ver lo más parecido a lo que ya conoce, o a lo que cree que conoce, la creencia opera mediante un mecanismo análogo, se perpetúa en el esfuerzo.

¿Para qué montar esta obra? Primordialmente, para sensibilizar a través de la crudeza de un acto extremo, idea canónica de la tragedia clásica. La sensibilización del espectador como punto de partida para cerrar los ojos físicos (myesis), pasar por la experiencia (catarsis) y alcanzar la revelación (epopteia). Qué será revelado a cada uno es un misterio y a la puesta le interesa especialmente respetar el misterio individual. Proveniente de Eleusis, la ciudad donde nacieron los Misterios Divinos de los antiguos griegos, el Arte Dramático era una herramienta de invocación para la iniciación espiritual de los ciudadanos griegos. Es decir que, desde su origen, su finalidad fue espiritual y divina. La obra contiene, en su estructura, la dimensión para que este viaje sea posible, sin restringirse exclusivamente a él.

Teatro Solis. Derechos reservados