En todos los apliques a la superficie del Plafón se utilizó una pintura al temple oleoso, así como dorados a la hoja. A diferencia del Plafón de Sala, su valor artístico es menor debido tanto a su estructura como su obra pictórica.
La restauración le devolvió su tonalidad original y reprodujo la decoración pictórica ubicada en la faja de unión entre el cielorraso y los muros verticales que había sido ocultada durante una reforma realizada en 1943.